Destilando equidad en la industria cervecera
MSU Denver colabora con conocidos cerveceros artesanales para diversificar la profesión a través de programas de becas.
Si piensa en un cervecero, ¿quién le viene a la mente? Para muchos, la imagen arquetípica es la de un hombre blanco, corpulento y con barba.
Esto es un reflejo de la subrepresentación histórica junto con una oportunidad de mercado, afirma Bernardo Alatorre, profesor y director del programa de Operaciones Cerveceras de Metropolitan State University of Denver, que colabora con cerveceras artesanales consolidadas para diversificar el sector mediante programas de becas.
Pero la representación no es una tarea fácil. Una encuesta realizada en 2021 por la Asociación de Cerveceros reveló que el 93.5 % de los propietarios se identifica como blanco/no hispano, el 2.2 % como hispano, latino o de origen español y el 0.4 % como negro. Más del 75 % de los encuestados se identificaron como hombres.
Aunque las mujeres representan el 15 % de los consumidores, solo constituyen el 3 % de la fuerza laboral actual, relegadas en su mayoría a las tareas de empaquetado en lugar de a trabajos de operación o elaboración, informó Bernardo.
“La industria cervecera es predominantemente masculina y blanca desde sus inicios. ¿Dónde está la equidad cuando se trata de ser parte de una industria, no solo como consumidores, sino también como creadores?”, se preguntó.
Esa es la dinámica que el programa de MSU Denver y el Fondo para la Diversidad en Cervecería de Flying Dog busca cambiar. La beca brinda apoyo financiero a los estudiantes de MSU Denver que cursan Operaciones Cerveceras y garantiza una oportunidad laboral en la cervecería Flying Dog luego de graduarse.
Como primera beneficiaria del programa, Colleen Haynes, estudiante de último año de la Facultad de Hotelería de la Universidad, se sintió atraída por la mezcla de arte y ciencia de este sector. Comenzó a explorar el oficio cuando elaboraba cerveza casera con su padre.
Colleen se dio cuenta de que los demás hacían suposiciones sobre un sector dominado por los hombres y le preguntaban si estudiaba cervecería “para encontrar marido”.
“Era un poco frustrante, pero hizo que me dieran ganas de trabajar el doble. Las mujeres pueden desempeñarse en cualquier aspecto de la industria cervecera. Cuando la gente se siente representada, es más probable que solicite trabajo. Si no ves a alguien que se parece a ti, es más difícil imaginarte en ese lugar”, expresó Colleen.
FOTOGRAFÍAS: Brindemos por las cervezas del mundo
Colleen considera que las clases de tamaño reducido de MSU Denver y la educación práctica y completa del programa fueron factores clave para que le fuera bien en los estudios, a diferencia de su primera incursión en la enseñanza superior en una universidad de California.
Pero fue la cultura de apoyo lo que le permitió labrarse una carrera. Durante la pandemia, Colleen realizó el tour de degustación “Cervezas del mundo” adaptado para internet por Katie Strain. Katie, una de los siete únicos químicos con triple certificación TTB del país, dirige el Laboratorio de Análisis para Garantía y Control de Calidad de Bebidas de MSU Denver, que cuenta con el respaldo del prestigioso Instituto Tecnológico Siebel.
“Me llena de emoción ver a otras mujeres entusiasmadas con la cerveza, y poder aprender de alguien con tanto éxito como ella es sumamente motivador”, manifestó Colleen.
Además de recibir la beca de Flying Dogs, Colleen es miembro de Pink Boots Society, un grupo dedicado a promover la participación de las mujeres y de las personas no binarias en la industria cervecera profesional, y se sintió aún más respaldada gracias al premio Breckenridge Brewery Women in Beer.
“La industria cervecera es creativa y, como tal, debería integrar tantos puntos de vista como sea posible, en todas las etapas del negocio”, comentó Kelly McElroy, presidenta de Flying Dog e integrante del Consejo Asesor del programa de la Industria Cervecera de MSU Denver por cuatro años.
La cervecería Flying Dog fue fundada hace 30 años en Aspen por George Stranahan y lleva mucho tiempo evitando el statu quo, agregó. La colaboración con MSU Denver refleja el deseo de la empresa por invertir en personas con orígenes, formación y experiencias diferentes.
“Desde el punto de vista empresarial, es fundamental hacerlo; porque si solo se le da espacio a un tipo de persona, nos estamos perdiendo de algo. Colaborar con este programa de becas es una extensión de nuestra personalidad. Cuando creemos en algo, actuamos en consecuencia”, afirmó Kelly.
Bernardo mencionó una macrocervecería que puede servir de ejemplo para las instalaciones más grandes que buscan implementar un cambio: Grupo Modelo de México, que ha mantenido mujeres en cargos ejecutivos de liderazgo durante los últimos 25 años.
“No es accidental, sino intencional”, expresó Bernardo. “Creo que aporta una perspectiva única sobre cómo pueden y deben funcionar las cosas y ofrece un punto de vista invaluable sobre las oportunidades de mercado para su cartera de marcas”, agregó.
RELACIONADO: El nuevo laboratorio de cervezas rinde homenaje a un pionero de la cerveza artesanal
Colleen, que está profundamente agradecida por la beca recibida y la cultura que descubrió en MSU Denver, mira con optimismo su carrera en un campo cada vez más representativo.
“La industria cervecera es para todos. Espero que más personas puedan abrirse camino y tengan oportunidad de incursionar en ella”, concluyó.